Hay un lado de mí…

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Que está en constante ebullición,
observando en el sendero fugaz,
intimo concierto del silencio más hermoso,
pomposo, hechizando
la inmensa sensualidad,
que se desprende corrosiva,
salpicada entre el cuerpo dorado
y los fuegos eternos de purísimo color.
Esa parte… que sueña en el despertar,
aviva voz chirría entre los dientes
como el glamour del gemido en libertad,
una delicia dedicada que suspira
mientras te concibe en el crepúsculo
que ha de venir cada tarde
a ese encuentro en que yo provoco
los ecos guardados entré los follajes
de la infinita realidad.
Ese lado… ilimitado,
de los sentidos en vertical,
que incita sibarita al mismo aire
a gozar… es mi otro yo, implacable
destellante, mi ídolo, exuberante,
que se alza cual efímero errante
en los tiempos muertos,
donde la luz reposa como una virgen
bajo el velo… de la oscuridad.
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Misk

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