A
veces te quiero demasiado
otras
te odio con el alma,
y
todo se oscurece en ese instante
que
entiendo el amor.
Que
sabrás tú del concepto de mis ojos,
que viven de los labios ansiosos
del enigma, de la ilusión, del empeño,
que lamen silenciosos la furia
la danza y el ritmo.
que viven de los labios ansiosos
del enigma, de la ilusión, del empeño,
que lamen silenciosos la furia
la danza y el ritmo.
No será
necesario
que me
comprendas,
porque te
disperso
mientras la
brutalidad
viaja en el
cuerpo.
Te pongo
limites
y todo se
extingue,
te odio así...
contemplo mi
cuerpo,
denso al
calor,
Misk
1 comentarios:
al empezar a leerte tenía la sensación de ser empujado a un instante de mi vida, un recuerdo que lo tenía castigado por tener un concepto insano que involucraba el sexo y el orgasmo, una necesidad constante de buscarla tan sólo para enredarme en sus brazos y defogar toda mi furia entre sus piernas, entre sus nalgas, entre sus labios, una arrogante manera de visualizar el cuerpo femenino como un instrumento de placer a límites inimaginarios sumados a los delirios de ese cuerpo delicado que deseaba ser penetrado por todos lados, empujado por su rabia y sus ganas de confundirse con mis manos, de quedar prácticamente pegados con la idea de vengarse de un amor cobarde que la ataba de manos y que disfrutaba de placeres tontos como estar pegado al televisor o tomar en en bares con sus amigos machistas y vagos, el odio que la consumía se la quitaba en aquellas sacudidas llenos de orgasmos, donde yo era simplemente utilizado como un sucio objeto masturbatorio, un consolador de carne que daba gracias por haberlo encontrado, la amaba a mi modo, porque de todos modos no era mía sino de algún fulano, que ni conocía pero que gracias a ella me imaginaba su rostro, su idiotez, su mundo vacío e imaginario, mientras me pedía más de lo que estaba su cuerpo acostumbrado....
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