.
.Cae de cabeza mientras sus manos
huérfanas van perdiendo el aire
como instrumento de sus pulmones,
todo negro, el reposo se rompe
dentro como un abismo sin retorno.
Y yo me ahogo aplastándose aún más
el asma que va como un torbellino
entre los hermosos órganos
que se abren en flor, bajo el sol
rojo de este atardecer.
Y si de esos besos la asfixia vuelve,
yo en la mas absoluta tristeza
contemplare de nuevo tus ojos,
en los que pienso sin pensar
como el aroma del valle en que vivo.
Misk
.
.
3 comentarios:
Me ha encantado tu escrito. Me quedo siguiéndote.
Un beso
Gracias Duna, nos seguimos, un abrazo
me arrastra tu torbellino...
Publicar un comentario