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...entra en vaivén absoluto de una primavera,
en el dulce olfato, penetra en los conductos
que por debajo de los ojos existe,
es tenso y opaco... cuando al cuerpo lleva
hasta el más sublime orgasmo, se agita
entre tu carne y la mía,
siento el jugo de mi lengua entre los baches
que de una nube se envuelven en la sangre,
y descubro cada horizonte de la risa de tu piel,
transmitiéndome... los gustos del revoloteo
que sienten los poros, cuando en contacto
de los tuyos, el oxigeno no llega, dejándolos
extasiados hasta el límite provocador,
de soñarte dentro... muy dentro... tanto
que la realidad se involucra en mis siestas,
tan deseadas, tan alojadas en mi mente,
que soy capaz de cambiar las horas, allá
donde el sol se esconde una y otra vez,
como si fuese el aire respirado y prestado
de un mañana sin igual...
...entra en vaivén absoluto de una primavera,
en el dulce olfato, penetra en los conductos
que por debajo de los ojos existe,
es tenso y opaco... cuando al cuerpo lleva
hasta el más sublime orgasmo, se agita
entre tu carne y la mía,
siento el jugo de mi lengua entre los baches
que de una nube se envuelven en la sangre,
y descubro cada horizonte de la risa de tu piel,
transmitiéndome... los gustos del revoloteo
que sienten los poros, cuando en contacto
de los tuyos, el oxigeno no llega, dejándolos
extasiados hasta el límite provocador,
de soñarte dentro... muy dentro... tanto
que la realidad se involucra en mis siestas,
tan deseadas, tan alojadas en mi mente,
que soy capaz de cambiar las horas, allá
donde el sol se esconde una y otra vez,
como si fuese el aire respirado y prestado
de un mañana sin igual...
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