Se me ha congelado el corazón
aunque de vez en cuando despierta
y muere de dolor en la propia asfixia.
Y se produce un latir… quema,
nervioso se pierde, demorándose
en cada rincón como un primer paso,
sin saber siquiera que más allá
existe el frio y el calor,
impreciso y en la inconsciencia
se encamina hacia el cerebro
que en su agonía lo espera,
todas las dimensiones se fracturan
circulando entre ellas, son hemorragias internas,
es un hecho, que el latido sea un dios
en la artería, paciente el corazón aguanta
mientras contempla en lo alto,
el seísmo del cuerpo que a punto
de saltar al vacío, espera impaciente
en la cumbre de sus pupilas.
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