Gravemente la tórrida locura
hambrienta y poderosa
ahonda lamiendo los violentos
signos de la guerra
afuera la vida continua…
Desprendes una lágrima,
la respiro hasta el pulmón
como si una extraña suerte
me atara a ti…
Las señales se transmiten
mientras los himnos de tu cuerpo
tientan a estas manos
y en el mirar de la boca
puedo oírte gemir,
la mancha del carmín,
da destellos entre la tierra
de tu carne y así olvido el tiempo
en que te conocí.
Misk
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