Las líneas de la vida

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Como dos amapolas versátiles

que se enroscan, desde la raíz

hasta el perfume de sus pupilas,

extendiéndose entre los abismos

de los sueños, curvando el filo

del olvido, ahogándose,

mientras sienten el latir

que resignado en el aliento,

esconde la tímida superficie.

Y yo solo puedo convertirme en una de ellas,

así a la noche,

en el reclamo que prohíbe juntar

tu lengua a mi cuerpo,

desplegar las manos en los cercanos

delirios de tu pelvis,

y sentirte mientras deslizo el talle

en este inútil deseo de amor;

Oh… como grita esta línea de la vida,

como aúlla en la ternura,

en las claras cercanías de la mirada,

en esos labios próximos al fracaso;

Oh… amor,

este viaje incierto, tan inseguro

que va cercándonos,

y se clava dentro,

me duele aquí,

como el humo rosáceo del corazón.

Trepan y progresan y en el desenlace,

no intuyen que la muerte las acecha,

cómplice de la irónica sutileza del amor,

y en el frenesí de su propio abrazo,

pequeños estigmas vuelan,

húmedos, en las corrientes de aquellos

astros, tan primitivos…

como la misma danza

que desnuda e inmóvil, se hace sagrada

al más antiguo de sus rituales,

preñando la tierra

de un deseo de abandono,

y yo solo puedo ser una de ellas,

oh… amor, que desgana

remota, viene y me lleva,

mientras los verdes van cayendo,

aferrándome en ese último brillo,

que penetra en el mas intimo

de mis pensamientos.

Esa parte de ti,

que me eleva,

poseyéndome,

mientras vago como espectro

en los hambrientos

y lúgubres rincones del alma.

...

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Misk 

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