Misk
Poesía, Imagen, Diseño
Misk
Al alba, cuando el roció aun fresco
brotaba de los últimos tiempos de la noche,
iba a mi jardín hablar al invisible perfume
de mi flor, un alimento sin igual
fue recorriendo las puntas del cristal,
y en un pronto, rompió su coraza vidriada,
fue naciendo un tallo intenso de luz,
tan frágil y bizarro de brotes que en la timidez
busco el consuelo de mis ojos,
y de los arrecifes de mi mente
fue sacando el sustento para su crecimiento,
feliz yo, deje que el viento empujara una vez mas
a este corazón viajero de amor,
y llene el pulmón asfixiando el resto del cuerpo,
y al final unos pétalos de brillantes luces fueron
el chal que vestía tan preciado talle,
me embriago asilvestrado mis sentidos,
me llevo cada noche a un encuentro fortuito
de deseos que se escurrían en la carne
como flamantes delirios y agonizante,
perdía la razón al tiempo de un lucero,
una obsesión mas que acumulaba en el tiempo,
fue aprovechando mi carne en su abismo
en su fuerza y en su caníbal ascensión al cielo,
pero un día desperté al silencio de mi sueño,
oí un sonido, agudo, lleno de opacos brillos,
corrí a mi jardín, a ver mi bella flor,
y me di cuenta por primera vez,
del clamor de mis otras flores,
que intentaron en varias ocasiones
llamar mi atención dentro de los sueños,
mi flor, mi amada flor... dejo rallando el alba
un manto de piel a modo de chal,
y entonces me di cuenta del engaño de su piel,
cogí en las manos el deseo, la frustración, la timidez
de mi llanto, y apreté fuerte la sensación de su olor
en mis labios, dejando por un momento al tiempo de lado,
abrí los ojos al mundo... y vi... por primera vez,
que el jardín solo era un árido desierto,
caí de rodillas, en el suplicio de un mimo,
convirtiéndome de nuevo en una alimaña de la tierra,
buscando mi cristalito que apago su delirio,
y enterré de nuevo en otra tierra,
en otro lugar... sin saber si quiera que había muerto
el empeño de un sueño...
Misk
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